viernes, 14 de noviembre de 2014

Viento...



Amado mío,

El viento mueve sin cesante las copas de los arboles... Así como mi corazón se mueve fuerte al escuchar tu voz; así como la sangre se desplaza por mis venas hasta llegar a localizados lugares de mi cuerpo solo porque tu cuerpo se acerca al mío.

El viento del norte sopla fuerte llenando el ambiente de una fría brisa, mientras que nuestros cuerpos se mantienen unidos por el calor de nuestro amor… Afuera esta frío, adentro es cálido, suave, confortable… Adentro es un lugar del cual no queremos salir ya que la unión de nuestros cuerpos hace que todo brille en el interior.

El calor se emana y el viento no cesa, el calor de nuestros cuerpos unidos es mucho más fuerte que cualquier ventarrón y ese calor mantenemos con la pasión de nuestro amor.
Y nuestro amor se fortalece a medida que nuestros cuerpos se unen, a medida que nos adentramos el uno en el otro, nos conocemos y compenetramos. Amor inmenso, amor cálido que nos mantendrá unidos durante el invierno y que florecerá en la cercana primavera.

Y mientras el viento sople, seguiremos unidos generando el calor de la pasión, el calor del amor…

Tuya, 

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