Amado mío,
El dos nace del uno, somos uno
y somos dos… unidos formamos uno, siendo dos…
Del dos nace el tres… formamos
un tercer ser, simple y ligero; sublime y cautivador, formado solo por la
fuerza de nuestro amor.
Este tercer ser, nuestro hijo, flexible
y fuerte, es el ejemplo de lo que dos pueden hacer. Uno siendo dos, formando un
tercer ser lleno de infinitas posibilidades con futuro de éxitos y logros. Un
tercer ser que logrará todo lo que se proponga ya que su origen se encuentra en
la fuerza del amor.
Un hijo del amor puro, de
corazón noble y con la capacidad de cautivar la belleza de la vida, haciendo
que las flores suspiren a su paso y que el viento mueva las nubes arrojando su
frescor.
Un tercer ser, producto del
amor de dos; dos unidos por el amor individual –el amor de uno. Hijo de nuestro
amor, de la relación de nuestros cuerpos unidos, siendo uno y siendo dos para
formar tres.
Hasta nuestro próximo encuentro…
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