Amado mío,
Una de las principales actividades
de mis últimos meses ha sido amarte, simplemente amarte.
Amarte implica muchas cosas, desde
pensar en tí hasta estar a tu lado. Desde buscar la forma de complacerte hasta
encontrar los caminos de la vida juntos.
Amarte implica muchas cosas,
incluso el observar tu felicidad ante las circunstancias. Sería absurdo hablar
de buscar tu felicidad sobre la mía, seamos honestos, mi felicidad vale tanto
como la tuya y por ello ninguno debe sacrificar su felicidad sobre la del otro.
Todo lo contrario, amarte y que seamos felices juntos, por igual.
Me has dicho que no quieres alguien
que te mande, que tú eres el jefe. En ese punto lo siento, yo no quiero mandar
sobre ti, pero tampoco quiero un jefe, quiero un compañero de vida; alguien que
pueda estar a mi lado y nos apoyemos en todo momento.
El complemento perfecto de la
naturaleza perfecta. Con quien sentir la brisa del viento sea tan apasionante
como un viaje a tierras lejanas, y nuestros corazones se sientan
interconectados en perfecta armonía.
Amarte logra todo eso, y mucho más.
Amarte me demuestra cada día la perfección de la vida y como nuestras
capacidades se pueden multiplicar. Siento tu calor en la distancia, siento tu
aroma en mi almohada, siento tus deseos y emociones, llenándome del éxtasis del
amor.
Te amo tanto que solo puedo decir adiós.
Gracias por la belleza de la vida, gracias por cada momento y experiencia.
Gracias por todas las sensaciones y mi sincero adiós.
Te amo, siempre lo he hecho y
siempre lo haré. Solo tengo amor para ti y para todos. Tengo amor, solo amor
para dar ya que estoy hecha de amor y te agradezco por ayudarme a ver la
abundancia de amor en mí ser.
Te amo, y soy tuya, soy de todos…
Soy de la humanidad.
PD: Espero que entiendas que te amo
aunque te diga adiós…
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