Amado mío,
Te miro
desde la ventana de mi cuarto, donde solo el vidrio nos separa.
Ese vidrio
que separa las sensaciones que tenemos, que deseamos y que soñamos. Ese vidrio
que separa nuestras vidas colocándonos en mundos diferentes, colocándonos en
mundos paralelos.
Te miro
desde mi ventana deseando que el vidrio se rompa para que podamos estar juntos…
para que seamos uno en total compenetración y sentir toda tu piel cubriendo mi
cuerpo. Sentir tu calor en lugar de
imaginar el mismo, sentir tus labios junto a los míos y llenar mi alma de tu
sudor.
Solo un
vidrio nos separa, el vidrio que no es más que un conglomerado de silicio,
cristalizado e imperfecto, que permite observarte y evita sentirte.
El vidrio
por el cual te observo, por el cual te dí mi corazón y por el cual me despedí.
Te amo!
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