Amado mío,
El tiempo y la distancia nos han separado una vez más, solo
que esta vez te siento cerca… siento tu amor, tu dolor, tus deseos he ilusiones…
siento tus aspiraciones y tus sentimientos más profundos.
Y así como yo te siento, tú me sientes… así como yo te amo,
siento ese amor que tienes por mí. Siento el cariño y aprecio que tienes por
mí, siento que sabes que cuentas conmigo en medio de esta distancia y el
tiempo; siento que eres feliz.
Esa felicidad que inunda tu cuerpo con inmensa armonía es
algo que se percibe en todo tu ser. La paz ilumina tu mirada y el calor de tu
cuerpo se irradia en todas las direcciones.
Esas son las cosas que atraen a todas las mujeres que pasan
por tu vida, y sé que no son pocas. Esas son las cosas que amo en ti, tu
creatividad, tus sueños e ilusiones; el trabajo que realizas día a día. Trabajo
de crecimiento interior, trabajo que llevas haciendo y continuas haciendo
porque es de los trabajos que nunca se acaban.
Y en ese trabajo también estoy yo, poniendo de mi parte,
agradeciendo cada momento –cada instante.
Agradeciendo y perdonando cada experiencia como la vida en
la que te esperé frente al mar… o cuando morí en depresión por estar lejos y
estar tan cerca de ti. Te perdono y te agradezco por el dolor causado, por el
amor vivido, por todo lo compartido que sin lugar a dudas es como tu…
Espectacular!
Gracias amado mío… Gracias!
Te amo!
Rebeca
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