Amado mío,
Despierto cada
día sintiendo como me buscas entre las sábanas, para pasar el día pensando en
tu mirada contemplando la mía y finalmente volver a dormir buscando tu cuerpo
junto al mío.
Es esa
nostalgia de que están tan lejos que no puedo abrazarte, tan lejos que solo
puedo sentir tu deseo y no ejecutarlo. Esa nostalgia de las cosas que vivimos y
que deseo que sean vividas nuevamente; esa nostalgia de los momentos que solo
quedaron en el recuerdo; momentos de dulce amor eterno.
Y es que
los recuerdos es lo único que está quedando después de tantas cosas que hemos
vivido. El recuerdo de tu cuerpo junto al mío, el recuerdo del calor
compartido, el recuerdo de las mil vidas separados y unidos.
El recuerdo
y la nostalgia de las cosas que pasamos estando tan cerca y tan lejos.
Tan lejos
que esta distancia solo nos hace sentir como si estuviéramos muertos, con la
diferencia de la esperanza de que te vuelva a ver en el futuro cercano, en
lugar de algún momento pasado los planos.
Esa
distancia que solo aumenta la nostalgia, que solo aumenta el deseo, que solo
aumenta el sentimiento de mi amor por ti.
Y aquí, con
tanta nostalgia, con el corazón oprimido del dolor, solo te puedo decir cuánto
te amo y adiós.
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