Amado mío,
Aquí estoy
una vez más con mis cartas de amor infinito, en el camino de mi vida que me ha
llevado a tantos lugares.
En esta
ocasión el camino me pide recorrer las vías para llegar a tus brazos. Este
deseo supremo de atracción hasta tu cuerpo como un hilo que me ala hacia ti y
no me deja correr en el viento.
Esta unión
de almas en un camino incierto que siempre termina en tus brazos, donde puedo
reposar para escuchar el latir de tu corazón en sana armonía con el mío.
Un retumbar
del corazón enamorado por la doncella que tiene en sus brazos, permitiendo que
la felicidad del camino se manifieste libremente y otorgando la gloria del amor
eterno entre dos almas que se buscaron durante milenios.
Y en este
camino estoy, un camino que me lleva hasta tus brazos, esos brazos que he
deseado desde hace tanto y que finalmente podre acariciar.
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