Amado mío,
Ha llegado el día de recapitular. A la fecha, le he escrito un total de
40 cartas en aproximadamente 60 días lo que da una media de una carta cada día
y medio.
De las 40 cartas, he recibido respuesta a 4 de ellas, de las
cuales 2 fueron por temas implícitos en las cartas o preguntas nuevas que
surgen a partir de ellas, dando un promedio de respuesta del 10% (mucho mayor a
lo que mi estadística pensaba).
Dado que los números no
fallan, al menos a un químico/estadista no le fallan, puedo concluir que la
cantidad de mis palabras son mayores a las tuyas. Este resultado es de
esperarse.
Recuerdo hace mucho cuando
tu querida hermana me comento que si tu novia hablaba mucho tú la despachabas
rápido, y yo pensé –yo puedo ser silenciosa.
También recuerdo el día de
aquel montón de besos, cuando buscaba palabras para decir que NO aunque mi
cuerpo gritaba que SÍ. Hablaba tanto que cuando finalmente deje que mi cuerpo
gobernara tu solo pensaste “finalmente se ha callado”.
Desde aquel día deje que mi
cuerpo y mis sensaciones tomaran el rumbo de nuestra relación, y en ese sentido
encontré la armonía nunca imaginada. Encontré un nuevo mundo lleno de placer y
de amor. Desde aquel día me abrí al amor por ti, amor infinito que ya tenía y
al cual me reusaba caer ya que se bien que hay cosas que no se olvidan.
Por todo ello te agradezco,
los pocos te amo, los muchos te quiero –lo siento no los he contado. Todos los
besos, caricias y éxtasis de amor; el registro incalculable de un amor eterno
que comenzó mucho antes que nuestros recuerdos y que por si acaso estas dos
almas testaruda no querían encontrase, hemos nacido siendo cercanos –muy
cercanos.
Gracias amor mío por todo
lo que hemos podido hacer, lo que hemos vivido y dejado de vivir. La
experiencia de estar lejos de ti ha sido sumamente dura y reveladora, que me
llena la vida de alegría.
Ya en poco tiempo nos
veremos, sé que tú has cambiado, yo también lo he hecho. El cambio es parte de
la vida y la verdad es que sería decepcionante verte exactamente igual que
antes. Cada día cambiamos, mejoramos, avanzamos y parte de la intensidad de mi
amor por ti es saber que buscas esas mejoras diarias.
Pronto te veré para estar
entre tus brazos, abrazarte fuerte y rogar que tu alma se quede junto a la mía
mientras espero que tú decidas. Te veré para hacer nuevas estadísticas,
estadísticas de un amor.
Tuya,
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