Amado mío,
Falta poco para nuestro encuentro. Después de tanto tiempo cuento las horas; son tres días, cinco horas y treinta minutos para estar entre tus brazos.
Cada vez falta menos, y es que de sólo pensar en nuestro encuentro mi cuerpo sublima a un estado de éxtasis, un estado de plena pasión.
Faltan 3 días, 5 horas y 25 minutos. El tiempo pasa lentamente cuando intentas regresar a tu estado natural, luego de sublimar por la pasión intensa de mi nuestros cuerpos unidos, por la pasión del recuerdo de nuestros cuerpos unidos.
Sublimar es sencillo, siempre que estoy a tu lado; muy difícil regresar a mi estado natural cuando estamos tan lejos como para apagar el fuego de nuestra pasión.
Fuego que se genera sólo y es difícil de extinguir. Fuego que se ha mantenido por más vidas de lo que recuerdo, fuego que va y viene tomando fuerza del viento.
Y el viento lleva mi cuerpo sublimado a tu encuentro. Sólo faltan 3 días, 5 horas y 10 minutos... Falta menos, cada vez menos.
Falta poco para nuestro encuentro. Después de tanto tiempo cuento las horas; son tres días, cinco horas y treinta minutos para estar entre tus brazos.
Cada vez falta menos, y es que de sólo pensar en nuestro encuentro mi cuerpo sublima a un estado de éxtasis, un estado de plena pasión.
Faltan 3 días, 5 horas y 25 minutos. El tiempo pasa lentamente cuando intentas regresar a tu estado natural, luego de sublimar por la pasión intensa de mi nuestros cuerpos unidos, por la pasión del recuerdo de nuestros cuerpos unidos.
Sublimar es sencillo, siempre que estoy a tu lado; muy difícil regresar a mi estado natural cuando estamos tan lejos como para apagar el fuego de nuestra pasión.
Fuego que se genera sólo y es difícil de extinguir. Fuego que se ha mantenido por más vidas de lo que recuerdo, fuego que va y viene tomando fuerza del viento.
Y el viento lleva mi cuerpo sublimado a tu encuentro. Sólo faltan 3 días, 5 horas y 10 minutos... Falta menos, cada vez menos.
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