Amado mío,
Los días soleados abundan por estos lados, dan una calidez que solo se
compara con el calor de tu cuerpo, con el calor de tus caricias y besos, con el
calor de nuestro amor.
El sol nos llena de energías y nos hace vibrar en armonía, deliciosa
armonía de una pasión, pasión que nos atrapa y nos llena de maravillosos
recuerdos; recuerdos de amor.
Este amor que nos une en la distancia que vivimos actualmente, donde el
son nos abraza mutuamente, donde la luna nos contempla deseosa de la unión y el
agua nos vitaliza llenándonos de nueva vida. Esta distancia que es todo y no es
nada, que nos permite estar juntos estando lejos, que me hace sentir tu calor
aunque nos separen miles de kilómetros.
Una serie de sentimientos producidos por el arte de nuestra conexión,
algo maravilloso que se vive a cada instante, de forma intensa y muy activa en
lo que somos; dos seres totalmente libres unidos y separados, viviendo la vida
con gran amor, de forma consiente y dejando apegos a un lado.
Esta conexión que se hace intensa al estar juntos, más intensa aun
cuando el sol nos abraza en medio de la suave brisa por la mañana. Intensa sin
comparación y que no mengua con la llegada de la noche, mas cambia el tipo de
intensidad.
El sol se oculta, pasa un nuevo día y las maravillas de la vida se
manifiestan. Cubriendo un ciclo más, nos veremos algún día y hasta que ese día
llegue, me quedo con el calor de tus brazos en la distancia y el calor del sol
que nos une en grandiosa luminosidad.
Te amo!
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