Amado mío,
La
inmensidad del silencio de tus palabras solo se puede comparar con tus
sentimientos y el sonido de tu corazón. Es interesante observar como nuestros
corazones se han acercado a un punto en el cual con tan solo observar tu mirada
puedo sentir tu alma.
Ese amor
infinito que siento dentro de tu corazón cuando nuestras miradas se cruzan, y
es que pasamos de palabras, a susurros, a miradas, alcanzando este estados de
amor intenso donde la comunicación se realiza de forma cada vez más diferente;
comunicación basada en nuestros sentimientos –en hechos- mas que en las
palabras dichas al viento.
Comunicación
de corazón a corazón, de alma a alma, de estas dos almas viejas que han paseado
en varias vidas, estando juntas o separadas, siendo dos y siendo una en nuestra
libertad.
Comunicación
que se da solo en dos almas cuyo amor va mucho más allá de lo que pueden
imaginar.
Comunicación
que rompe cualquier barrera demostrando que el tiempo y la distancia son solo
limitaciones de esta realidad; limitaciones que pueden ser vencidas al observar
el mundo desde sus otras dimensiones.
Y con esta
comunicación te siento cerca, te siento dentro de mí, como parte de mi corazón –de
mi alma.
Juntos y
separados en nuestra libertad.
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